Os presento a Tarik Mansuri.
"Los fusiles nuevos son un asco, todo plástico, como un juguete, totalmente inapropiados para romperle los dientes a alguien de un culatazo. Joder, si apenas pesan... Por eso en los grupos de abordaje yo siempre llevaba la escopeta...”
Tarik Mansuri ejerciendo de instructor de técnicas de asalto, Campamento Rustán, dos años después de las Revueltas de la Seda.
Mansuri es una leyenda. Fue uno de los primeros Khawarijs que se sometieron a Runihura, el proyecto supersoldado de mejora genética haqqislamita. Su excepcional metabolismo y forma física superior encajaron perfectamente con la terapia genética, mutándola drásticamente, afianzando cada mejora metabólica y anulando los procesos oxidantes nocivos.Un tipo duro, eh?
Desde entonces, su cuerpo apenas envejece, no enferma y siempre está al máximo de sus capacidades. Sus reflejos son siempre rápidos, las manos siempre precisas. Su cabeza siempre está despejada, sus sentidos son agudos y se puede mover rápida y letalmente con la mayor facilidad. La perfección alcanzada con Mansuri representa el mayor éxito del programa Runihura y no se ha vuelto a repetir en ningún otro Khawarij.
Como militar, Tarik Mansuri es un veterano de las Revueltas de la Seda, de las Guerras NeoColoniales y de los Conflictos Comerciales de Ariadna. Para él, aquellos fueron buenos tiempos. Detesta la paz y la tranquilidad: “Estar en activo significa vivir al límite”. En acción, la sangre corre por sus venas como mercurio líquido. Cuarenta años de servicio como conquistador y ejecutor para Haqqislam le han hecho participar en numerosas misiones de alto riesgo, y poner su vida en peligro cientos de veces. Otros habrían tenido miedo, pero él no, porque el miedo no tiene cabida en el corazón de un soldado. Y Tarik Mansuri es, ante todo, un buen soldado. Su disciplina es excelente. En campaña se niega a cargar con una tienda si eso le va a impedir llevar más munición. Duerme a la intemperie, incluso con el peor de los climas, y con las armas pegadas al cuerpo para pasar menos frío, con su chaleco como almohada. Durante la batalla, aún cerca de la muerte, sonríe confiado, sumido en el furor de la sangre. Está bien entrenado, ha escapado de las garras del destino, y luchado y triunfado, a pesar de la superioridad enemiga. Para Mansuri, Haqqislam es suprema y sus Khawarijs las mejores tropas de todas. Considera que su misión, y la de sus hombres, es llevar a su nación a la victoria. No hacerlo sería traicionar sus ideales. Para él, los Khawarijs son el corazón y el alma del ejército haqqislamita, y él considera que debe ser ejemplo para todos.
Pues para pintarlo me fijé en el concept art, siguiendo los colores de los khawarijs y respetando la uniformidad de las tropas.
A continuación el proceso: